Seguidores

TUS PROPIOS LÌMITES

Tus propios límites

Aprender a poner límites a algunas personas de nuestro entorno ya sea laboral o personal es muy importante. Del mismo modo que las paredes de tu casa determinan el ámbito donde tú vives, un límite define el espacio emocional que te corresponde como ser humano diferenciando lo que eres y quieres de lo que no eres y no quieres.

 Cada vez que debas “decir no” o hacerte respetar y no lo haces, estás comprometiendo tu integridad. 

El lograr armonía en nuestra vida depende tu capacidad de darte cuenta hasta dónde puedes ceder ante los demás. Si consideras que no estás poniendo freno a conductas fuera de lugar y hasta destructivas de otros, entonces estás comprometiendo tu autonomía y dignidad como persona. Tú tienes el derecho de no aceptar ciertas demandas de otros, y nadie puede arrebate este derecho.

Los límites más difíciles a sortear son los que tú mismo te fijas.
 
Cuando permites que la opinión (y la presión) de los demás prevalezca sobre tus propios deseos y necesidades, estás limitándote internamente (y también, estás traicionando tus ideales y tus creencias).

Cuando dejas que tus miedos se apoderen de tu voluntad y por eso te quedas inmóvil, estás cercenando tu posibilidad de enfrentarte a tus realidades y, así, modificarlas

 Cuando utilizas términos despectivos o que te desvalorizan (no sirvo para nada, qué tonto que soy, no nací para… -tener una linda familia, dinero, etc.), estás rodeándote de barrotes similares a los de una celda, que te mantendrán encerrado hasta que decidas usar la llave para salir (tratarte con dulzura, respeto y consideración y, sobre todo, creer en ti y en tus capacidades)

Cuando tienes hábitos nocivos, tanto física (como fumar, beber en exceso, hacer una vida sedentaria) como espiritualmente (no reaccionar cuando te agreden, justificar conductas injustificables, descreer de todo y de todos), estás limitando tu capacidad de estar sano y de sentirte en paz contigo mismo

Cuando te quedas atascado en el pasado, lamentándote por lo que sucedió (o no), por lo que dijiste (o deberías haber dicho), porque “todo tiempo pasado fue mejor”, estás obstaculizando tu oportunidad real de encontrar cosas y personas para disfrutar de tu presente y para proyectar un futuro aún más positivo
 
 Para que te responsabilices de lo que has hecho hasta ahora y decidas cambiar

Para que dejes de culpar a los demás, al destino o a las circunstancias que te han rodeado y te pongas a trabajar en pos de tu propio bienestar.

Si dejas de limitarte, se abrirán muchas puertas ante ti.
 
Podrás acceder a situaciones que, hasta ahora, te habían sido vedadas.

(Te darás cuenta de que tienes la capacidad de lograr lo que deseas y de superar muchísimos obstáculos.

 Comenzarás a vivenciar pequeños ratitos de felicidad que te darán la pauta de que vivir de otra manera, más relajada, es muy posible.

¿Estás dispuesta y dispuesto a liberarte de los límites que tú misma  o tu mismo te impones?


No hay comentarios:

Publicar un comentario